El Silbo Vulnerado es el título de una obra de Miguel Hernández. Y el nombre, así mismo, de una compañía de juglares modernos que trabajan en función de la poesía en escena.
El grupo se inició en Zaragoza, en 1971, en los ámbitos del folk, del teatro y del asociacionismo juvenil. En 1973 adopta su nombre actual. Desde sus inicios, el Grupo prepara cada curso un programa que se ofrece a los centros de enseñanza; esta línea de trabajo dedicada al público adolescente será una de las constantes en su trayectoria. El actor Luis Felipe Alegre y el músico Francisco J. Gil organizan los inicios del grupo, intentando hacer un trabajo de ruptura con repertorios costumbristas y algunas formas que consideraban inadecuadas. Además de otros recitales con menor cobertura teatral, el grupo transita durante su primera década por los caminos del folk, y por pequeños experimentos patrocinados por la inquietud de sus técnicos de iluminación: Jacinto Ramos introduce el vídeo y las diapositivas; Chusé Aragüés organiza un repertorio en fabla aragonesa y otras lenguas vernáculas; Alfonso Lavilla pinta las primeras escenografías; Jesús Lou comienza el archivo de documentación… En 1980 entra en el Grupo como cantante Carmen Orte. La base juglaresca de la compañía se fue conformando en cuatro áreas: recitación, canción, música y teatro.
La compañía se establece varios años fuera de Zaragoza, en Sevilla, Córdoba y Madrid. En Sevilla se hace temporada en el café teatro Zarabanda con Sátira Sátiro. En Madrid se participa del ambiente de esos años y se hace temporada en El Juglar de Lavapiés. Desde allí, Sátira Sátiro se representa en muchos cafés teatro del país (El Edén, de Huesca; La Comedia, de Jerez; Claca, de Valencia; La Vía Láctea, de Zaragoza; Elígeme, La Taberna Encantada y El Ángel Exterminado, de Madrid…).
La Compañía, en su etapa andaluza, había oído cantar a Javier Tárraga en la calle sus romances de ciego y una Danza de la muerte. Bajo esa influencia, en su vuelta a Zaragoza el Grupo inicia una línea de experimentación en torno al romance de ciego y los lienzos escenográficos con el pintor Germán Díez. Al núcleo estable, compuesto por Alegre, Carmen Orte y Gregorio Maestro, se unen los titiriteros Pilar Trillo, Soledad Jiménez y Karlos Herrero, que, junto al técnico José Castelltort conforman esos años El Silbo Vulnerado Sociedad Cooperativa.
Continúan las representaciones de Del comienzo de la arcilla del mundo. Se comienza a colaborar con los poetas Agustín García Calvo e Isabel Escudero. Se colabora con otras compañías como Momo, de Jordi Pinar, o Redoma, de Enza Fanti y Héctor Grillo. En 1991, el Gobierno de Aragón edita El Silbo Vulnerado –un sueño de juglares-, recorrido por los 20 años del Grupo escrito por Antón Castro y diseñado por José Luis Romeo. El elenco habitual se amplía con Cristina Lartitegui y José Luis Esteban. En la variedad de montajes e invenciones colaboran artistas de alta estima en la escena local y nacional. Se recupera para la escena aragonesa la figura de Alberto Castilla, una eminencia en el teatro clásico en verso. También el grupo se enriquece con las colaboraciones de la marionetista Helena Millán, los escritores Grassa Toro y Adolfo Ayuso, el pintor Ignacio Fortún y otros creativos como Ariel Prat, Eugenio Arnao, Helena Santolaya o Amalia González Bermejo. Y se contó en estos años con colaboraciones puntuales de Agustín García Calvo, Leopoldo Mª Panero, José Agustín Goytisolo, Ángel González, Clara Janés, Nancy Morejón, entre otros autores.